jueves, 17 de octubre de 2013

Ejercicios


Una mañana nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula. Volví a casa al anochecer y lo encontré tal y como lo había dejado: jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad
EDUARDO GALEANO: El libro de los abrazos 

Al igual que en los relatos extensos, un microcuento, por pequeño que sea, ha de contar al menos dos historias: una es muy visible, y la otra es una reflexión que corre paralela en otro punto de la realidad.

 
Augusto Monterroso escribió el microcuento más conocido de la literatura, El dinosaurio, que dice:

“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. 

Con sólo esas siete palabras, Monterroso cuenta una historia, rompe la frontera entre el sueño y la realidad, y nos hace imaginar mil posibilidades. Podremos escribir lo que sucedió antes, o lo que tal vez pasaría después, pero ya estará dicho todo en esa frase.

 
Monterroso cuenta una historia, rompe la frontera entre el sueño y la realidad, y nos hace imaginar mil posibilidades. Podremos escribir lo que sucedió antes, o lo que tal vez pasaría después, pero ya estará dicho todo en esa frase.


Según Poe, las características y ventajas fundamentales del relato son: brevedad, economía, intensidad, unidad de efecto y desenlace imprevisto. Pero el microcuento no sólo puede leerse, como decía Poe, en una sentada, sino que puede hacerse en su totalidad de una mirada, casi de un vistazo.

valdecas.net/departamentos/lengua/.../actividadesgeneracion27.pdf
Vamos a realizar dos microcuentos, uno es libre el otro comieza por la frase:

Ella lo mató........

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