Enhorabuena!!!!!!!!!!!!! Buen trabajo.
Habéis utilizado la imaginación. Son ocurrentes y claras y sencillas.
Espero que hayáis disfrutado mientras las hacíais tanto como yo leyéndolas.
martes, 29 de abril de 2014
Recetas de autor
Recetas
de Autor
Cupkaces
de problemas de pareja
Se
necesitan 30g de harina de confusión.
Un
vaso de dudas.
Un
toque de menta con lágrimas.
Levadura
de disculpas.
Y
dejar reposar a solas y a oscuras durante media hora.
Mezclamos
lo que llevamos con dos cucharadas de azúcar y canela para recordar
los momentos con esa persona.
Luego
lo colocamos en un molde de excusas.
Cómo
decoración le ponemos azúcar glasé y un poco de confeti comestible
dándole un toque de satisfacción.
Finalmente,
una cereza como guinda, de amargura, no olvides decirle que la
quieres pero que necesitas tiempo.
Stefani
Pastelitos de fresa para dejar a un novio.
Vertemos en
un bol 50g de azúcar y 20g de desamor, lo mezclamos todo y añadimos 3
trozos de indiferencia.
Lo dejamos reposar y lo mezclamos con escusas y
dos o tres 'necesito tiempo'. Para darle más sabor, podemos añadir a un
amigo inesperado o simplemente ponerlo en el horno, dejarlo 10 minutos y
decir adiós.
Luz Rostagno
Tarta para enamorar:
Primero, debemos saber y conocer bien a la otra persona; el secreto está en hablar mucho con ella y memorizar todo lo que le gusta.
Segundo, se necesita una pizca de dulzura, un poquito de mentirijilla para tener algunas cosas en común y 200 gramos de sencillez para poder alagar a la persona y conseguir que su atracción se empiece a cocinar.
Tercero, los últimos ingredientes, una cucharada de cariño, una rebanada de mimos, un tazón de voluntad, apego y pasión.
Mezclar todo esto durante varias semanas e ir añadiendo algunos días algunos regalos y sorpresas para que el amor cuaje más.
Finalmente la tarta ya estará lista para disfrutar con sólo haber añadido un poco de esfuerzo y algo valor.
Jonathan Salgado
ALEGRÍA
INGREDIENTES:
-300g. de sonrisas.
-200g de harina pica pica.
-150g. de optimismo.
-80g. de ilusión.
-70g. de cariño.
-100g. de autoestima
-Una pizca de chocolate de carcajadas.
Para hacer un buen bizcocho de alegría debes seguir estos pasos:
Echar en bol 300g. de sonrisas, 200g de harina de pica pica para que al
morderlo Te haga reír.
150g. de optimismo este ingrediente no puede
faltar ya que sin él, el bizcocho de alegría no sube, es fácil de
encontrar en cualquier supermercados. lo batimos en la batidora a
velocidad media; cuando tengas una mezcla homogénea incorpora 80g, de
ilusión, esto hará que la masa suba también. Incorpora 70g de cariño y 100g de
autoestima. Volvemos a batir pero con una mayor fuerza e incorporamos
en un recipiente de colorines.
Introducir en el horno 50 min. a una temperatura de
150.
Sáquelo y espolvoree con un poco de chocolate de carcajadas, el bizcocho de alegría esta listo para comer.
Laura Jaime
Receta para conseguir cualquier objetivo en la vida:
Añadir:
- 100g de estudios y libros.
-150g de amor para esa persona querida.
-50g de felicidad y alegría.
Si al final de esta receta llegas a tener éxito en ese sentimiento que te hace luchar cada día para que te salga mejor, lo has conseguido.
Nunca olvides hacer esta receta para esa persona que te quiere todo los días de su vida, porque sin esa persona no se podría hacer esta receta sin sus ojos de lucero y sus mejillas de manzana para formar esta ensalada de frutas.
Manuel Romero
Receta para enamorar a una niña:
Empezar con un primer plato de
caricias , un buen segundo plato de besos , y un postre de pasión .
Arturo Portillo
Receta para aprobar un examen.
Primero tendremos que atender en clase como mínimo una semana antes del
examen. También, es aconsejable añadir un poco de apuntes, pero esto es
opcional ya que solo hará la receta más jugosa.
Mezclamos y dejamos reposar durante uno días.
Cuando esté listo, empezaremos a leerlo y quedarnos con algunos conceptos para que la composición vaya cuajando. Por último, debemos estudiar bien la receta por completo, sin ignorar nada, ya que todo puede ser importante y ya estará listo para tomar.
Cuando esté listo, empezaremos a leerlo y quedarnos con algunos conceptos para que la composición vaya cuajando. Por último, debemos estudiar bien la receta por completo, sin ignorar nada, ya que todo puede ser importante y ya estará listo para tomar.
Advertencia: es aconsejable agregar una pizca de positividad y un puñado de entusiasmo, lo que hará que la receta sea un poco mas amena de cocinar.
martes, 22 de abril de 2014
EL fuego de la memoria. Mi primer día de clase.
Mi primer día de clases del instituto
El primer día, mi madre me trajo al instituto; tenía una sensación rara, sentía ilusión, y a la vez, miedo y vergüenza; miedo porque en el colegio nos hablaban mal del instituto, porque decían que nos tirarían huevos y nos darían collejas.Al entrar en clase estaba nervioso. Sólo tenía confianza con tres amigos que habíamos estado en la misma clase desde pequeños. Así que nos sentamos juntos porque eramos tímidos y teníamos miedo al no conocer al resto de nuestros compañeros.
Mi tutor era Jesús Prieto, me cayó genial, era muy buena gente, durante los tres trimestres que estuve con él, aprendí muchas cosas y me felicitaba por mi fantástico trabajo.
Estuve en la clase de 1ºC, ninguno de mis compañeros actuales estuvo conmigo en esa clase. Jonathan
Era el año
2010 cuando por fin me tocó mi primer día de clase en el
instituto. Estaba ansiosa, pero también nerviosa, mis profesores de
primaria me habían metido miedo.
Al llegar
al instituto, me asusté cuando entré, ya que los pasillos eran oscuros,
largos y había mucha gente. Estaba desubicada, ya que todo el mundo sabía a
dónde ir menos yo, así que me metí en un aula cualquiera con mi amiga.
La profesora empezó a repartir agendas a todos los compañeros, menos a
mi. Yo no era de ésa clase. Resultó que yo tenía que ir al grupo A y no
al D cómo había hecho.
Había mucha gente que no conocía pero parecían simpáticos. Ahí conocí a los que hoy son mis mejores amigos.
Sentía
curiosidad por el aula, era grande y frío, me parecía oscuro, pero
molaba, teníamos dos pizarras enormes y eso me hizo mucha ilusión. Pero
no duró mucho, pronto empecé a echar de menos a mi madre. Fueron las
tres horas más largas de mi vida. A la salida, mis padres me llevaron a
un parque de por ahí a tomar un refresco y contarles qué me había parecido mi
nuevo instituto.
Stefani Emilova Ivanova
Mi primer día de clase me sentía tímida porque veía a todos los demás superiores a mi, era una sensación muy mala. Sentía emoción al empezar el instituto, pero estaba un poco triste porque todas mis amigas y amigos se habían ido a otro instituto que estaba lejos de mi casa, por eso yo vine a este, en el que no conocía a nadie.
Llegué tarde, entré sola y fui a ver las listas.Me había tocado estar en 1 º F. Me fui a la clase y conocí mis nuevos compañeros y me cayeron bien.
Aya arib
El primer día que entré en el instituto me sentía rara. Tenía 12 años, había gente mas mayor que yo y estaba nerviosa por ver como encajaría allí, miedo por ver como reaccionaba y como serían las clases.
Ese día me fue bien. Entre en la clase, los profesores y la clase me gustaban, tenía ganas de empezar para descubrir cómo estaría. Me sentía mayor en el instituto y en general me gustaba. Pero lo que mas sentía era vergüenza porque no conocía a nadie solo a los de mi curso y no a todos. Cada vez que iba a algún sitio salía con mis amigas, todas juntas, porque nos daba vergüenza.
Los primeros días fueron emocionantes y nos gustaron. Pero con el paso del tiempo eso cambió, ya no me daba vergüenza, no sentía miedo ni nervios, ya todo estaba normal. Raquel Rivera
El primer día de instituto me sentía asustada porque en el colegio me habían hablado mal de él. La noche anterior dormí muy bien aunque un poco nerviosa. Por la mañana, mi madre me acompañó hasta la puerta. Cuando se fue me quede con mis amigas del colegio, estaba intrigada por saber en qué clase había caído .
Cuando llegue a clase me sentí muy aterrada porque me di cuenta que solo había dos o tres personas que conocía, además mi tutora ese día fue muy estricta con nosotros y eso me puso mas nerviosa y aunque no quería volver más pero con el tiempo fui cogiendo confianza y al final me llevaba muy bien con todos. Rocío
La noche antes a entrar en el instituto dormí muy poco; por eso tenía mucho sueño.
Mi madre me dejó en la puerta y entré con mis amigas porque estábamos bastantes avergonzadas. Éramos lo más pequeños de allí. Cuando miré las listas había caído en la misma clase que mi mejor amiga y me alegré mucho.
Mi tutora me parecía simpática y me inspiró seguridad. Cuando me senté al lado de mi amiga nos empezamos a conocer todos. Mis compañeros eran muy graciosos y simpáticos, unos más que otros.
Al día siguiente en el recreo estábamos muy avergonzadas, no sabíamos dónde comer y nos daba vergüenza sentarnos en algún lado para desayunar. A la vez estaba muy contenta porque conocía mucha gente, hablaba, me relacionaba y aprendía miles y miles de cosas. Añoraba mucho el colegio ya que el instituto no era igual.
Con el paso del tiempo se me empezó a quitar la vergüenza y empecé a tomar el instituto y las personas de allí como algo normal.
Noelia Fernández
Stefani Emilova Ivanova
Mi primer día de clase me sentía tímida porque veía a todos los demás superiores a mi, era una sensación muy mala. Sentía emoción al empezar el instituto, pero estaba un poco triste porque todas mis amigas y amigos se habían ido a otro instituto que estaba lejos de mi casa, por eso yo vine a este, en el que no conocía a nadie.
Llegué tarde, entré sola y fui a ver las listas.Me había tocado estar en 1 º F. Me fui a la clase y conocí mis nuevos compañeros y me cayeron bien.
Aya arib
El primer día que entré en el instituto me sentía rara. Tenía 12 años, había gente mas mayor que yo y estaba nerviosa por ver como encajaría allí, miedo por ver como reaccionaba y como serían las clases.
Ese día me fue bien. Entre en la clase, los profesores y la clase me gustaban, tenía ganas de empezar para descubrir cómo estaría. Me sentía mayor en el instituto y en general me gustaba. Pero lo que mas sentía era vergüenza porque no conocía a nadie solo a los de mi curso y no a todos. Cada vez que iba a algún sitio salía con mis amigas, todas juntas, porque nos daba vergüenza.
Los primeros días fueron emocionantes y nos gustaron. Pero con el paso del tiempo eso cambió, ya no me daba vergüenza, no sentía miedo ni nervios, ya todo estaba normal. Raquel Rivera
La
noche antes de entrar al instituto no pude dormir nada. Estaba muy
nerviosa.
Mi madre me acompañó hasta la entrada y allí me reuní con mis amigas y
fuimos entrando. Llegamos a la clase y afortunadamente conocía a otras compañeras, lo que me hizo estar menos asustada. Nuestra tutora,
Marisa, no nos ayudó mucho a tranquilizarnos ya que fue muy estricta y
nosotros estábamos acostumbrados a nuestra maestra.
A
lo largo de toda la mañana me fui sintiendo menos tensa y poco a poco
fui cogiendo confianza con los que serían mis compañeros.
A las tres, mi madre me estaba esperando a la salida y de camino a casa le fui contando mi nueva experiencia.
Eugenia salasEl primer día de instituto me sentía asustada porque en el colegio me habían hablado mal de él. La noche anterior dormí muy bien aunque un poco nerviosa. Por la mañana, mi madre me acompañó hasta la puerta. Cuando se fue me quede con mis amigas del colegio, estaba intrigada por saber en qué clase había caído .
Cuando llegue a clase me sentí muy aterrada porque me di cuenta que solo había dos o tres personas que conocía, además mi tutora ese día fue muy estricta con nosotros y eso me puso mas nerviosa y aunque no quería volver más pero con el tiempo fui cogiendo confianza y al final me llevaba muy bien con todos. Rocío
La noche antes a entrar en el instituto dormí muy poco; por eso tenía mucho sueño.
Mi madre me dejó en la puerta y entré con mis amigas porque estábamos bastantes avergonzadas. Éramos lo más pequeños de allí. Cuando miré las listas había caído en la misma clase que mi mejor amiga y me alegré mucho.
Mi tutora me parecía simpática y me inspiró seguridad. Cuando me senté al lado de mi amiga nos empezamos a conocer todos. Mis compañeros eran muy graciosos y simpáticos, unos más que otros.
Al día siguiente en el recreo estábamos muy avergonzadas, no sabíamos dónde comer y nos daba vergüenza sentarnos en algún lado para desayunar. A la vez estaba muy contenta porque conocía mucha gente, hablaba, me relacionaba y aprendía miles y miles de cosas. Añoraba mucho el colegio ya que el instituto no era igual.
Con el paso del tiempo se me empezó a quitar la vergüenza y empecé a tomar el instituto y las personas de allí como algo normal.
Noelia Fernández
viernes, 11 de abril de 2014
El fuego en la memoria
PENSAR
En lo más recóndito de nuestra memoria atesoramos caras, melodías, olores, paisajes, etc. que nos llevan a momentos de nuestra vida que pensábamos que el viento del olvido había arrastrado al limbo de las cosas perdidas. Pero basta con escarbar un poco en ese rincón poco iluminado de los recuerdos para sorprendernos a nosotros mismos y crear un texto que recupere el pasado.
La memoria a veces resulta un nutritivo alimento para los escritores. Un instante guardado en el cerebro y recuperado puntualmente puede convertirse en la semilla a partir de la cual el narrador hará crecer su relato, ya sea biográfico o ficticio. Entre los muchos fogonazos del pasado que son capaces de iluminar la mente de un autor, un paisaje, un olor, una melodía o un objeto servirán para darle cuerpo a un recuerdo. La retrospección biográfica es un mecanismo eficaz cuando de prender la mecha de la escritura se trata.
HACER
Piensa en un objeto que conserves en la memoria o que hayas mantenido a tu lado desde tiempo atrás. A partir de él, crea una historia en la que intentes reconstruir el pasado de tal objeto y rodéalo de un halo de misterio en el que se cruce la realidad y la ficción
MIRAR
“En el mismo instante en que ese sorbo de té mezclado con sabor a pastel tocó mi paladar [...] el recuerdo se hizo presente [...]. Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto como reconocí los sabores de aquella magdalena [...] apareció la casa gris y su fachada, y con la casa la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, las calles [...].”
Marcel Proust, Por el camino de Swann.
• Video de Enrique Páez en el que reflexiona sobre la memoria como germen para la creación literaria.
• Observa algunos ejemplos extraídos de textos de autores canónicos.
ACTIVIDAD:
Contruir un texto narrativo a partir de la evocación sugerida por un objeto, un olor, una melodía, etc.
OBJETIVOS:
• Tomar la evocación como semilla literaria.
• Reconstruir la memoria y promover el autoconocimiento a partir de un objeto.
• Comprender que el paso del tiempo aumenta la significación de las cosas.
• Trabajar la potencialidad de la memoria.
ALGUNAS INDICACIONES:
Algunas indicaciones
pueden ser:
1º) Recuerda algún objeto (juguete, mueble, elemento decorativo, etc.) que hayas guardado en la memoria por algún motivo. Piensa en algo que esté alejado temporalmente de ti y que a la vez contenga una carga emocional importante.
2º) El objeto en cuestión ha de funcionar como una fuente de la que brote todo tipo de asociaciones. Intenta aprovechar aquellos datos relacionados con los cinco sentidos (olfato, gusto, tacto, oído y vista) y súmale un sexto sentido que podríamos llamar “vínculos emocionales”.
3º) Describe puntualmente cada uno de los datos que van apareciendo ante ti; demórate en aquellos que encuentres más sustanciosos porque consideres que guardas más informaciónal respecto o porque te resulta atractivo profundizar en esos matices.
4º) Narra de qué manera llegó el objeto al lugar donde lo viste por primera vez. En el caso de que desconozca este dato, crea un historia con la que completes esta ausencia de información. En este último caso, procura componer un relato con elementos que contribuyan a rodear al objeto de simbolismo o de algún matiz que lo haga especial.
ACTIVIDAD:
Contruir un texto narrativo a partir de la evocación sugerida por un objeto, un olor, una melodía, etc.
OBJETIVOS:
• Tomar la evocación como semilla literaria.
• Reconstruir la memoria y promover el autoconocimiento a partir de un objeto.
• Comprender que el paso del tiempo aumenta la significación de las cosas.
• Trabajar la potencialidad de la memoria.
ALGUNAS INDICACIONES:
Algunas indicaciones
pueden ser:
1º) Recuerda algún objeto (juguete, mueble, elemento decorativo, etc.) que hayas guardado en la memoria por algún motivo. Piensa en algo que esté alejado temporalmente de ti y que a la vez contenga una carga emocional importante.
2º) El objeto en cuestión ha de funcionar como una fuente de la que brote todo tipo de asociaciones. Intenta aprovechar aquellos datos relacionados con los cinco sentidos (olfato, gusto, tacto, oído y vista) y súmale un sexto sentido que podríamos llamar “vínculos emocionales”.
3º) Describe puntualmente cada uno de los datos que van apareciendo ante ti; demórate en aquellos que encuentres más sustanciosos porque consideres que guardas más informaciónal respecto o porque te resulta atractivo profundizar en esos matices.
4º) Narra de qué manera llegó el objeto al lugar donde lo viste por primera vez. En el caso de que desconozca este dato, crea un historia con la que completes esta ausencia de información. En este último caso, procura componer un relato con elementos que contribuyan a rodear al objeto de simbolismo o de algún matiz que lo haga especial.
viernes, 4 de abril de 2014
Cuéntame un cuento
Versión de Dafne y Apolo de Stefani
Paula
sentía que la seguían, no era la primera vez, le pasaba muy a menudo y eso le asustaba.
Hacía un
díamuy bueno y decidió sentarse
en el banco de un parque. Al rato, se acercó un chico de aspecto
simpático.
-¿Puedo sentarme?- Le preguntó con una sonrisa.
-Claro, si yo ya me voy.- Contestó ella recogiendo sus cosas.
-No hace falta que te vayas.- Contestó con seguridad.- Quédate.
Paula dejó
sus cosas, nunca supo exactamente por qué. Pasaron un buen rato hablando, y le
pareció un buen chico. Al fin, Paula se tenía que ir. Recogió sus cosas de
nuevo y se levantó.
- ¿Qué haces?- Le preguntó mirándola fijamente.- ¿A dónde vas?
-A mi casa.- Contestó Paula levantando los hombros.- Es tarde, tengo
cosas que hacer, me ha encantado conocerte. Adiós.
- Déjame invitarte a un café por lo menos.- Repuso Erick levantándose de
golpe- No me lo niegues.
- Está bien, vamos.- Dijo ella.- Hay una cafetería cerca de aquí.
-No, yo conozco una mejor.-Dijo él.- No queda lejos.
Se levantaron y se fueron. Llegaron a un local cerrado y abandonado, aquel sitio no era una cafetería. Erik Empujó la puerta vieja y oxidada, entró y encendió la luz.
-¿Qué es este sitio?- Preguntó Paula.- No parece una cafetería activa.
- Es mi palacio.-Dijo él mientras sonreía.- Y tú serás mi princesa.
Paula no entendió lo que pasaba. Se sentía asustada, miraba a las paredes, grises y enladrilladas. Erick avanzó hacía ella y la tiró sobre un camastro que había ahí.
- Te quedarás conmigo y no te irás.- Dijo con seguridad y a la vez miedo.
Desde entonces, Paula intentó huir en muchas ocasiones pero no lo consiguió nunca. Cada noche Erick la visitaba, ponía música y bailaba con su cadáver.
Se levantaron y se fueron. Llegaron a un local cerrado y abandonado, aquel sitio no era una cafetería. Erik Empujó la puerta vieja y oxidada, entró y encendió la luz.
-¿Qué es este sitio?- Preguntó Paula.- No parece una cafetería activa.
- Es mi palacio.-Dijo él mientras sonreía.- Y tú serás mi princesa.
Paula no entendió lo que pasaba. Se sentía asustada, miraba a las paredes, grises y enladrilladas. Erick avanzó hacía ella y la tiró sobre un camastro que había ahí.
- Te quedarás conmigo y no te irás.- Dijo con seguridad y a la vez miedo.
Desde entonces, Paula intentó huir en muchas ocasiones pero no lo consiguió nunca. Cada noche Erick la visitaba, ponía música y bailaba con su cadáver.
Una noche
salió a buscar una nueva pareja de baile.
Fin.
Fin.
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