martes, 22 de abril de 2014

EL fuego de la memoria. Mi primer día de clase.

Mi primer día de clases del instituto

El primer día, mi madre me trajo al instituto; tenía una sensación rara, sentía ilusión, y a la vez,  miedo y vergüenza; miedo porque en el colegio nos hablaban mal del instituto, porque decían que nos tirarían huevos y nos darían collejas.
Al entrar en clase estaba nervioso. Sólo tenía confianza con tres amigos que habíamos estado en la misma clase desde pequeños. Así que nos sentamos juntos  porque eramos tímidos y teníamos miedo al no conocer al resto de nuestros compañeros.
Mi tutor era Jesús Prieto, me cayó genial, era muy buena gente, durante los tres trimestres que estuve con él, aprendí muchas cosas y me felicitaba por mi fantástico trabajo.
Estuve en la clase de 1ºC, ninguno de mis compañeros actuales estuvo conmigo en esa clase.
Jonathan

 

  Era el año 2010 cuando por fin me tocó mi primer día de clase en el instituto. Estaba ansiosa, pero también nerviosa, mis profesores de primaria me habían  metido miedo.

   Al llegar al instituto, me asusté cuando entré, ya que los pasillos eran oscuros, largos y había mucha gente. Estaba desubicada, ya que todo el mundo sabía a dónde ir menos yo, así que me metí en un aula cualquiera con mi amiga. La profesora empezó a repartir agendas a todos los compañeros, menos a mi. Yo no era de ésa clase. Resultó que yo tenía que ir al grupo A y no al D cómo había hecho.  
Había mucha gente que no conocía pero parecían simpáticos. Ahí conocí a los que hoy son mis mejores amigos.

   Sentía curiosidad por el aula, era grande y frío, me parecía oscuro, pero molaba, teníamos dos pizarras enormes y eso me hizo mucha ilusión. Pero no duró mucho, pronto empecé a echar de menos a mi madre. Fueron las tres horas más largas de mi vida. A la salida, mis padres me llevaron a un parque de por ahí a tomar un refresco y contarles qué me había parecido mi nuevo instituto.

Stefani Emilova Ivanova 

 



Mi primer día de clase me sentía tímida porque veía a todos los demás superiores a mi, era una sensación muy mala.  Sentía emoción al empezar el instituto, pero estaba un poco triste porque todas mis amigas y amigos se habían ido a otro instituto que estaba lejos de mi casa, por eso yo vine a este, en el que  no conocía a nadie.
Llegué tarde, entré sola y fui a ver las listas.Me había tocado estar en 1 º F. Me fui a la clase y conocí mis nuevos compañeros y me cayeron bien.
 Aya arib


El primer día que entré en el  instituto me sentía rara. Tenía 12 años,  había gente mas mayor que yo y estaba nerviosa por ver como encajaría allí, miedo por ver como reaccionaba y como serían las clases.
 Ese día me fue bien. Entre en la clase, los profesores y la clase me gustaban, tenía ganas de empezar  para descubrir cómo estaría. Me sentía mayor  en el instituto y en general me gustaba. Pero lo que mas sentía era vergüenza porque no conocía a nadie solo a los de mi curso y no a todos. Cada vez que iba a algún sitio salía con mis amigas, todas juntas, porque nos daba vergüenza.
 Los primeros días fueron  emocionantes y nos gustaron. Pero con el paso del tiempo eso cambió, ya no me daba vergüenza, no sentía miedo ni nervios, ya todo estaba normal. Raquel Rivera  




La noche antes de entrar al instituto no pude dormir nada. Estaba muy nerviosa. Mi madre me acompañó hasta la entrada y allí me reuní con mis amigas y fuimos entrando.  Llegamos a la clase y afortunadamente conocía a otras compañeras, lo que me hizo estar menos asustada. Nuestra tutora, Marisa, no nos ayudó mucho a tranquilizarnos ya que fue muy estricta y nosotros estábamos acostumbrados a nuestra maestra. 

A lo largo de toda la mañana me fui sintiendo menos tensa y poco a poco fui cogiendo confianza con los que serían mis compañeros.

A las tres, mi madre me estaba esperando a la salida y de camino a casa le fui contando mi nueva experiencia.
Eugenia salas






 
El primer día de instituto me sentía asustada  porque en el colegio me habían hablado mal de él. La noche anterior dormí muy bien aunque un poco nerviosa. Por la mañana, mi madre me acompañó hasta la puerta. Cuando se fue me quede con mis amigas del colegio, estaba intrigada por saber  en qué clase había caído .
Cuando llegue a clase me sentí muy aterrada porque me di cuenta que solo había dos o tres personas que conocía, además mi tutora ese día fue muy estricta con nosotros y eso me   puso mas nerviosa  y aunque no quería volver  más pero con el tiempo fui cogiendo confianza y al final me llevaba muy bien  con todos. 
Rocío

La noche antes a entrar  en el instituto dormí muy poco; por eso   tenía mucho sueño.
Mi madre me dejó en la puerta y entré con mis amigas porque estábamos bastantes avergonzadas. Éramos lo más pequeños de allí. Cuando miré las listas había caído en la misma clase que mi mejor amiga y  me alegré mucho. 

Mi tutora me parecía simpática y me inspiró seguridad. Cuando me senté al lado de mi amiga nos empezamos a conocer todos. Mis compañeros eran muy graciosos y simpáticos, unos más que otros. 
Al día siguiente en el recreo estábamos muy avergonzadas, no sabíamos dónde comer y nos daba vergüenza sentarnos en algún lado para desayunar. A la vez estaba muy contenta porque conocía mucha gente, hablaba, me relacionaba y aprendía miles y miles de cosas. Añoraba mucho el colegio ya que el instituto no era igual. 
Con el paso del tiempo se me empezó a quitar la vergüenza y empecé a tomar el instituto y las personas de allí como algo normal.
Noelia Fernández

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