viernes, 11 de abril de 2014

El fuego en la memoria

PENSAR

En lo más recóndito de nuestra memoria atesoramos caras, melodías, olores, paisajes, etc. que nos llevan a momentos de nuestra vida que pensábamos que el viento del olvido había arrastrado al limbo de las cosas perdidas. Pero basta con escarbar un poco en ese rincón poco iluminado de los recuerdos para sorprendernos a nosotros mismos y crear un texto que recupere el pasado.
La memoria a veces resulta un nutritivo alimento para los escritores. Un instante guardado en el cerebro y recuperado puntualmente puede convertirse en la semilla a partir de la cual el narrador hará crecer su relato, ya sea biográfico o ficticio. Entre los muchos fogonazos del pasado que son capaces de iluminar la mente de un autor, un paisaje, un olor, una melodía o un objeto servirán para darle cuerpo a un recuerdo. La retrospección biográfica es un mecanismo eficaz cuando de prender la mecha de la escritura se trata.

HACER

Piensa en un objeto que conserves en la memoria o que hayas mantenido a tu lado desde tiempo atrás. A partir de él, crea una historia en la que intentes reconstruir el pasado de tal objeto y rodéalo de un halo de misterio en el que se cruce la realidad y la ficción

MIRAR

“En el mismo instante en que ese sorbo de té mezclado con sabor a pastel tocó mi paladar [...] el recuerdo se hizo presente [...]. Era el mismo sabor de aquella magdalena que mi tía me daba los sábados por la mañana. Tan pronto como reconocí los sabores de aquella magdalena [...] apareció la casa gris y su fachada, y con la casa la ciudad, la plaza a la que se me enviaba antes del mediodía, las calles [...].”
Marcel Proust, Por el camino de Swann.

• Video de Enrique Páez en el que reflexiona sobre la memoria como germen para la creación literaria.


• Observa algunos ejemplos extraídos de textos de autores canónicos.

ACTIVIDAD:

Contruir un texto narrativo a partir de la evocación sugerida por un objeto, un olor, una melodía, etc.

OBJETIVOS:
• Tomar la evocación como semilla literaria.
• Reconstruir la memoria y promover el autoconocimiento a partir de un objeto.
• Comprender que el paso del tiempo aumenta la significación de las cosas.
• Trabajar la potencialidad de la memoria.
ALGUNAS INDICACIONES:
Algunas indicaciones
pueden ser:
1º) Recuerda algún objeto (juguete, mueble, elemento decorativo, etc.) que hayas guardado en la memoria por algún motivo. Piensa en algo que esté alejado temporalmente de ti y que a la vez contenga una carga emocional importante.
2º) El objeto en cuestión ha de funcionar como una fuente de la que brote todo tipo de asociaciones. Intenta aprovechar aquellos datos relacionados con los cinco sentidos (olfato, gusto, tacto, oído y vista) y súmale un sexto sentido que podríamos llamar “vínculos emocionales”.
3º) Describe puntualmente cada uno de los datos que van apareciendo ante ti; demórate en aquellos que encuentres más sustanciosos porque consideres que guardas más informaciónal respecto o porque te resulta atractivo profundizar en esos matices.
4º) Narra de qué manera llegó el objeto al lugar donde lo viste por primera vez. En el caso de que desconozca este dato, crea un historia con la que completes esta ausencia de información. En este último caso, procura componer un relato con elementos que contribuyan a rodear al objeto de simbolismo o de algún matiz que lo haga especial.

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